martes, 4 de noviembre de 2014

14.2 Disidencia política, movimientos sociales y subversión guerrillera (1968-2003)

14.1 Crisis del sistema político y su transición a la democracia

14.2 Disidencia política, movimientos sociales y subversión guerrillera (1968-2003)

Para finales de la década de los 60’s, el sistema político empezaba a dar muestras de crisis, agudizada por las manifestaciones de la crisis económica que llevaron a cuestionar la eficiencia del sistema. Es durante estos años que el crecimiento económico se detiene e inicia el pronto deterioro de los niveles de vida de la población. Una estocada importante al sistema político mexicano fue el movimiento estudiantil de 1968, cuya demanda principal era precisamente la democratización de México.
El movimiento del 68 es reconocido como un episodio en el que los jóvenes se convirtieron en los actores principales de la historia nacional y del escenario político. Como resultado de la situación internacional de posguerra los jóvenes se dieron a la tarea de realizar una revolución cultural que fuera capaz de transformar las estructuras e instituciones establecidas. De este modo surgieron estallidos juveniles en países como Estados Unidos, Argentina, Francia y México.

El movimiento del 68 comenzó con una pelea entre alumnos, la cual fue violentamente reprimida por granaderos. Este primer hecho de violencia dentro de las instalaciones escolares dio paso al surgimiento de manifestaciones de protesta. La respuesta oficial del presidente de la república, Gustavo Díaz Ordaz, fue que el movimiento intentaba desprestigiar al gobierno ante la llegada de los juegos olímpicos y, por lo tanto, la actitud del gobierno tendría que ser radical.
El desenlace trágico de estos eventos fue la masacre de Tlatelolco. El día 2 de octubre fue un hecho que manchó de sangre la lucha democrática en México y mostró la capacidad del Estado en su objetivo de conservar la hegemonía política. En la plaza de las tres culturas cientos de jóvenes asistían a una reunión política sin saber que serían presas de una emboscada. Dentro de la plaza estaban alrededor de 10 mil personas, la mayoría estudiantes; unas luces de bengala cayeron de los helicópteros que sobrevolaban la zona, era la señal para que el ejército entrara en acción.

La masacre de la plaza de Tlatelolco fue coyuntural para la redefinición de la relación ciudadanía-Estado. La memoria política del mexicano se transformó. En consecuencia, el Estado perdió credibilidad institucional y los estudiantes se convirtieron en los voceros de la conciencia ciudadana.

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